A veces me gustaría que la gente se quejara menos.
Que no engañaran a otros. Que no manipularan.

Que no les importara muy poco lo que otros piensan, dicen.

Que me atreviera a decir exactamente lo que pienso, o al menos decir más lo que siento.

Que existiera justicia inmediata.

Que la gente me entendiera perfectamente...

Que los gringos se quitaran sus máscaras de moralidad falsa.

Que la gente fuera real.

Pura utopia.